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La producción sostenible comienza con el aire comprimido

Ahorro total anual de aire comprimido en todo el mundo

El aire comprimido es una forma de energía cara, ya que la mayor parte de la electricidad utilizada para la generación de energía se convierte en calor. Las pérdidas posteriores hacen que el aire comprimido sea la utilidad número uno en la que centrarse cuando se quiere empezar a ahorrar energía en la planta de producción.

El aire comprimido -aire comprimido como en los neumáticos de su coche- es una de las formas de energía más utilizadas en las empresas de producción, además de la electricidad. Hasta un 10% de toda la electricidad industrial utilizada se convierte en aire comprimido. ¿Por qué? Por muchas razones diferentes en muchas industrias diferentes. Pensemos en la fabricación de máquinas en la industria del papel y la imprenta o en la conformación de moldes en la industria del vidrio y el plástico. Pero el aire comprimido también se utiliza para mover grandes volúmenes de productos a granel, como la harina, el grano y los gránulos de plástico, o para clasificar productos como la fruta, los frutos secos o los productos rechazados en cintas transportadoras. Sea cual sea su sector, (casi) siempre necesitará aire comprimido.

Así que, volviendo a este 10% de aire comprimido necesario. Estudios recientes realizados en EE.UU., Australia y Europa, han demostrado que un asombroso 4,2% de toda la electricidad generada en el mundo.

Consumo de energía en el mundo

Desgraciadamente, se desperdicia mucho aire comprimido por fugas, por una aplicación errónea del aire comprimido y por una distribución ineficiente del aire a través de tuberías anticuadas. La pérdida (o léase "potencial de ahorro") de un sistema de aire comprimido oscila entre el 10% y el 50%, dependiendo del estado de la empresa fabricante. Especialmente en las fábricas antiguas, a menudo se descubren grandes derrames que suman un porcentaje considerable del consumo nominal. Pero también al generar aire comprimido se pierde mucha energía. Al comprimir el aire, la mayor parte de la energía de entrada se convierte directamente en calor (piense en la bomba de su bicicleta, que se calienta mucho después de su uso), lo que deja un 20... 25% de energía utilizable en el aire comprimido. De este 25%, una buena parte se pierde de nuevo por pérdidas de presión. Por lo tanto, como regla general, el aire comprimido es hasta 20 veces más caro que la electricidad.

Elahorro de energía es clave para una sociedad sostenible. En la industria, los sistemas de aire comprimido deberían ser su prioridad número 1, ya que el ahorro puede ser muy significativo (20..50%) y los periodos de amortización suelen ser muy cortos y predecibles. Un estudio alemán [Radgen 2002] demostró que el periodo de amortización típico es de poco más de un año. Los mismos investigadores calcularon que el potencial de ahorro asciende a una media del 32,9%.

¿Cuál sería el impacto en nuestro mundo si este ahorro potencial pudiera realizarse en un año? En la siguiente tabla hemos puesto las cifras en perspectiva.

Ahorro total anual de aire comprimido en todo el mundo

Carbón: Si nos centráramos en una reducción del 33% del consumo de aire comprimido industrial en todo el mundo, podrían cerrarse 55 centrales eléctricas de carbón de 600 MW.

Eólica: Un ahorro de aire comprimido del 33% equivaldría a la energía generada por 44.330 molinos de viento de 2 MW.

Sol: El 33% de ahorro de aire comprimido equivale a 1.330 centrales fotovoltaicas de 50 MW.

Conclusiones

El aire comprimido es una forma de energía muy importante y cara, ya que la mayor parte de la electricidad utilizada para la generación de energía se convierte en calor. En muchos casos, no se hace nada con este calor, por lo que la eficiencia de un sistema de aire comprimido no supera el 20%.

Se ha investigado mucho sobre el ahorro en todo el mundo, pero muchas empresas siguen sin estar concienciadas. Los derrames inadvertidos siguen siendo un acontecimiento actual en la planta de trabajo hoy en día, ya que las fugas de aire comprimido no crean más problemas que un poco de ruido.

Si pusiéramos el aire comprimido como fuente de energía en perspectiva, estaría claro que el ahorro de aire comprimido podría contribuir de forma significativa a resolver nuestro problema energético global. Equivaldría a cerrar 55 centrales de carbón, 44.330 turbinas eólicas (2 megavatios por turbina) o 1.330 centrales fotovoltaicas (50 megavatios por central). El periodo de amortización de las inversiones de ahorro energético en aire comprimido suele ser corto y predecible.